Son dos autores españoles, ambos con un aspecto inmejorable, es decir, están vivos, y estrenan hoy lo que casi parece un hecho insólito. Fermín Cabal, famoso y consolidado, e Íñigo Ramírez de Haro, con ganas de ser famoso y consolidarse, han logrado ver sus textos sobre un escenario madrileño el mismo día, hoy, en dos teatros de la capital, la Sala Mirador y Galileo Teatro, con su obras Otra noche sin Godot y Hoy no puedo ir a trabajar porque estoy enamorado, respectivamente.
Que Cabal y Ramírez de Haro estrenen, ya los convierte en rara avis. Que lo hagan en dos teatros de la capital de España los vuelve ejemplares en vías de extinción.
Fermín Cabal, profesional que proviene del teatro independiente y que ha dado al teatro español textos emblemáticos, no sólo del periodo de la transición, sino también de los últimos años, ha dirigido su propio texto, aunque él dice que sus ayudantes han opinado muchísimo. Son varios los que ha tenido, así como actores, cerca de la veintena, ya que el montaje lo ha puesto en pie con la Sala Mirador, un teatro que no sólo se limita a la exhibición de espectáculos sino que lleva a cabo una fructífera labor de docencia encabezada por Cristina Rota, de la que en esta ocasión ha sido beneficiario y deudor este montaje.
'Tratamos de que el joven aspirante a actor tenga práctica permanente, sin olvidar que el trabajo está encarado profesionalmente', señala Cabal, quien en esta obra ha abordado desde una perspectiva personal escenas cumbres de la historia del teatro universal: 'Como no podré nunca montar todas las obras que quisiera, he tratado de abordar, al menos, las escenas que más me gustan y las he intercontextualizado', afirma, utilizando tan peligroso y polémico término. 'Para muchos será un capricho, para mí será un festín', concluye.
Por su parte, Ramírez de Haro, cuya obra ha montado la actriz y directora Natalia Menéndez, habla 'del amor frente al capitalismo' en este espectáculo en el que ha contado con la coreógrafa Mónica Runde y con un elenco de actores encabezado por Sergio Otegui y Leire Berrocal.
'Me encuentro especialmente satisfecho de estrenar en el Galileo', dice el autor, en referencia a la recuperada sala teatral madrileña. 'Es un espacio que pretende abrirse a un teatro comercial inteligente, algo que existe en todas las ciudades europeas, pero no aquí, donde se hace un teatro antiguo y pasado, tanto en la estética como en las formas de producción', asegura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de noviembre de 2001