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Crónica:

Otro desastre de Brasil

Bolivia humilla al equipo de Scolari, que aún no tiene asegurada su presencia en el Mundial

La derrota frente a Bolivia sirvió para hundir aún más la moral de los jugadores brasileños y la de su indignada afición en el tortuoso camino para alcanzar una plaza en el Mundial 2002. Por mucho que los cálculos indiquen que el equipo de Scolari tiene un 98% de posibilidades de clasificarse, las perspectivas no pueden ser más sombrías. En Brasil ya nadie cree en el fútbol de la escuadra armada por Luis Felipe Scolari, Felipón, cada vez más indefenso y más cabizbajo.

BOLIVIA 3| BRASIL 1

Bolivia: Soria; Gatty Ribeiro, Paz, Peña, Colque (Óscar Sánchez m.60); Olivares, Rojas, Galindo (Limberg Gutiérrez m.54), Baldivieso; Líder Paz (Castillo m.75) y Botero. Brasil: Marcos; Cafú, Edmilson, Juan (Juninho Paulista m.75), Lucio, Serginho; Vampeta (Gilberto Silva, m.60), Emerson, Zé Roberto (Denilson m.54); Rivaldo y Edilson. Goles: 0-1. M. 26. Edilson culmina un contragolpe. 1-1. M. 26. Líder Paz roba la pelota a Juan y marca de tiro cruzado. 2-1. M. 69. Baldivieso transforma con gran habilidad un libre directo. 3-1. M.88. Baldivieso, de penalti. Árbitro: Luis Solórzano (Venezuela). Amonestó a Cafú (m. 25), Juan (m. 49) y Edilson (m. 87). Partido correspondiente a la penúltima jornada de las eliminatorias suramericanas del Mundial de Corea y Japón de 2002 jugado en el estadio Hernando Siles ante 30.000 espectadores.

El próximo adversario, Venezuela, no asustaría siquiera a un equipo de Segunda división del país más futbolístico del mundo, pero Bolivia sólo ha ganado cuatro partidos de esta fase, y uno de ellos, el más contundente, el más sonoro, frente a Brasil. La selección brasileña aprende cada día a temer en lugar de ser temida; a ser motivo de risa y furia, a partes iguales, de la hinchada, en vez de alegría y orgullo.

Al regreso de Bolivia, ni un solo aficionado esperó en el aeropuerto a los jugadores brasileños. Nadie se animó, aunque fuera para abuchear. Ahora Brasil corre el riesgo de disputar una repesca para ir al Mundial si pierde frente a Venezuela.

No hay análisis que resista lo que se vio contra Bolivia. Nadie explica las razones de tanto miedo. El primer gol fue de Brasil. Debió dar tranquilidad, pero ocurrió lo contrario. En el banquillo apareció el mejor estilo Felipón: gritos airados, palabrotas en cascada, y la más absoluta incapacidad para hacerse obedecer: "Hay cinco enanitos buscando la pelota y nadie hace nada", gritaba el técnico a pleno pulmón en referencia a los bolivianos que pusieron en ridículo a los brasileños. Indiferentes a los calificativos de "enanitos", los bolivianos propinaron tres goles a Brasil.

Fue un día de explicaciones e intentos de justificar lo injustificable. Se habló demasiado de la altitud de Bolivia y todos se olvidaron de la actitud. En más de un siglo jamás la selección pasó por momentos tan deprimentes. Por primera vez Brasil ha jugados tres partidos de la fase previa de un Mundial sin lograr la victoria. Por primera vez en la historia, Brasil ha disputados seis encuentros amistosos seguidos sin conocer el triunfo. Todo eso ocurrió en menos de un año, el año más bochornoso que recuerda la historia del fútbol brasileño.

Vuelve Roberto Carlos

Para intentar acabar de la mejor manera con la pesadilla que vive el equipo, Scolari podría contar con Roberto Carlos en el choque ante Venezuela. Eso, al menos, se deduce de las declaraciones realizadas ayer por el médico de la selección brasileña, que anunció que el jugador madridista se incorporará hoy a la concentración del equipo y podrá comenzar a entrenarse. Si desde entonces hasta el momento del partido no se produce ningún problema en el tendón de su rodilla, Roberto Carlos jugará ante Venezuela, una posibilidad que Del Corral, médico del Madrid, desaconsejó hace apenas unos días.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2001