El BCE cumplió con su parte del programa y rebajó en medio punto, hasta el 3,25%, los tipos de interés, al tiempo que el Banco de Inglaterra hacía lo propio y situaba el precio del dinero en el Reino Unido en el 4%.
Con ello, al igual que había hecho la Reserva Federal unos días antes, se pone el acento en la gravedad de la crisis y en la predisposición de las autoridades pertinentes para solucionarla lo antes posible, siempre y cuando los ciudadanos hagan caso y utilicen a manos llenas ese dinero barato.
De entrada, la medida ha sido bien respondida por todos los mercados de valores, entre los que destacaba el español, al parecer más dispuesto que ninguno a apoyar las decisiones oficiales. El Ibex 35 ganó ayer el 3,02% , mientras que los índices selectivos del resto de los mercados europeos no llegaban a ganar el 2%. El nuevo tirón de Telefónica, que ha ganado más del 50% desde los mínimos del día 14 de septiembre, ha sido definitivo para animar a los inversores a seguir esa senda, aunque nadie se fía del todo y las realizaciones de beneficios que se hacen sobre la marcha actúan de freno.
Los principales índices del mercado español alcanzaron ayer su mayor altura en dos meses, lo que tanto puede interpretarse como la superación de la crisis abierta el 11 de septiembre como la absoluta falta de sensibilidad de la inversión ante la situación económica, ahora más grave que nunca.
Dada la confusión imperante, parece que lo más razonable es que al menos el bolsillo no se resienta demasiado y que el efecto riqueza facilite el normal curso de los acontecimientos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2001