Muchas gracias al ciudadano que el pasado martes 6 se ha comportado como tal y que, por desgracia, no puede o debe conocerse su nombre. Ha sido un paso más hacia el fin del terrorismo. Siento que su orgullo y honor como colaborador con la justicia deba quedar silenciado por el terror de unos pocos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2001