Sitúense: siglo XIV, el cardenal Albornoz funda el Real Colegio Mayor San Clemente de los españoles en Bolonia (Italia) para que estudiantes de Derecho, Farmacia e Ingeniería, entre otras, obtengan el grado de doctor en sus respectivas carreras. Estos privilegiados estudiantes disfrutarán de todas las comodidades: gastos de viaje, alojamiento, matrícula, asignación mensual para gastos personales.
Sitúense de nuevo: siglo XXI (700 años después, si no me equivoco), el Real Colegio de los españoles presenta su convocatoria de becas para la obtención del grado de doctor en las diferentes carreras con los siguientes requisitos: 'Ser varón, español, católico, de conducta moral y social irreprensible, carecer de enfermedad crónica y contagiosa...'. Estos requisitos, quizá de otro tiempo, resultan hoy día claramente discriminatorios para las mujeres, los enfermos de sida u otras enfermedades crónicas o contagiosas y para los no creyentes o creyentes en otra religión. Tales requisitos se repiten año tras año y, así, han pasado 700; 700 años en los que algo habrá cambiado la sociedad, digo yo.
¿Por qué no se adaptan entonces los requisitos a nuestro tiempo? ¿Dónde quedan la igualdad y la libertad ideológicas que proclama la Constitución?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2001