El juez federal norteamericano Jeremy Fogel ha apoyado plenamente al portal Yahoo! en su pleito contra los tribunales franceses que le obligaron a cerrar el acceso de los franceses a su sitio de subastas de material nazi. El juez sentencia que ningún tribunal francés puede pronunciarse sobre un servicio de Internet de una empresa norteamericana alojado en los Estados Unidos, ya que ello compete a los tribunales de ese país. Además, Fogel considera en este caso que la oferta de Yahoo! está protegida por la Constitución norteamericana, que ampara la libertad de expresión. El caso plantea nuevamente el problema de la aplicación de un derecho nacional sobre una red de cobertura planetaria como Internet.
La polémica se desencadenó el año pasado, cuando un juez impuso a Yahoo! que introdujera filtros para evitar que los internautas franceses pudieran acceder a las subastas de recordatorios nazis de Yahoo! En Francia está prohibido este comercio, que, en otros países, como España (si no se añade apología del holocausto) o Estados Unidos, no está perseguido. El juez defendía que las leyes franceses se han de cumplir en el territorio francés. Yahoo! alegó que técnicamente era imposible evitar al cien por cien que los franceses llegaran desde Internet a sus subastas nazis y que el sitio estaba ubicado en Estados Unidos. Al poco tiempo, sin embargo, la compañía cerró este tipo de ofertas de su portal.
Subasta cerrada
Yahoo! cerró el sitio para todos los navegantes tras introducir el pago de comisiones en sus subastas. Para que no pareciera una claudicación ante la justicia francesa, argumentó que mientras las subastas eran gratis se trataba de una información protegida por la libertad de expresión de sus usuarios. Desde el momento que se introdujo el pago, el sitio pasaba a ser una oferta de comercio digital en la que el responsable de los contenidos era la compañía. Con todo, Yahoo! recurrió a los tribunales norteamericanos preguntando si las leyes francesas eran aplicables a una empresa en Internet norteamericana y aducía la complicación que supone a un servicio de Internet tener que conocer y respetar todas las legislaciones nacionales.
Una portavoz del departamento internacional de Yahoo! manifestó ayer su satisfacción por la sentencia del juez norteamericano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2001