Una figura imunu procedente de Papúa Nueva Guinea mira de frente a una obra de 1930 de Joan Miró, Sans titre Los rasgos comunes se aprecian al primer vistazo. Como se perciben entre una máscara tatanua y una vasija realizada por Pablo Picasso en 1950. La conexión del arte contemporáneo con el primitivo no es ninguna novedad, pero la exposición Traces, primitive and modern expressions (Huellas, expresiones primitivas y modernas), que se inauguró ayer en Nueva York, quiere ir más allá en esta relación al unir en el mismo espacio y mezcladas obras contemporáneas con piezas tribales.
Realizada con los fondos de arte primitivo de la galería madrileña Arte y Ritual y los de arte moderno de la neoyorquina Jan Krugier Gallery, Traces, primitive and modern expressions intenta mostrar las afinidades y los rasgos comunes entre el arte de dos épocas situadas en los extremos de la historia. La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 19 de enero.
La muestra reúne 35 piezas únicas del arte primitivo y 36 esculturas y pinturas modernas. La selección de obras primitivas, que corresponden a comunidades de África, Oceanía, Indonesia y América del Norte, se realizó en función de su fuerza visual y no de su valor etnográfico. Las de arte moderno, entre las que se encuentran dibujos, pinturas y esculturas de Miró, Picasso, Joaquín Torres-García, Julio González o Jean Dubuffet, subrayan el retorno del arte contemporáneo a la expresión primigenia.
En la portada del catálogo se muestra un detalle de un ojo de una espátula Sepik de Nueva Guinea. A su lado se muestra otro pintado siglos después por Miró. 'La mentalidad civilizada', escribe el comisario Tzila Krugier, 'se une en ese momento con un universo de símbolos y creencias. Los dos ojos forman parte del mismo símbolo universal y de la misma fuente de energía común'.
Según sus organizadores, Traces... se desmarca de otras exposiciones de este género porque no pretende establecer relaciones de causa-efecto, sino que pretende 'sugerir más que explicar'
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de noviembre de 2001