Un total de 319 menores de 16 años han enfermado de meningitis vírica en la región en los nueve primeros meses del presente año, en contraste con los 994 casos registrados a lo largo de 2000, año en el que la región sufrió un brote de esta enfermedad, según datos del Servicio de Epidemiología de la Consejería de Sanidad. Los 994 casos del año pasado supusieron un incremento del 570% en comparación con los 173 de 1999. Durante ese brote se produjo la muerte de un menor.
La meningitis vírica, para la que no existe vacuna, es menos virulenta que la bacteriana, y suele remitir tras dos semanas de reposo y tratamiento. La incidencia de la meningitis bacteriana también ha descendido: ha pasado de 320 casos en 2000 a 154 en los nueve primeros meses de este año. La meningitis bacteriana más común, la causada por el meningococo de tipo C, fue la responsable del brote que azotó la región en 1997 y que costó la vida a 15 menores.
Los responsables sanitarios confían en que se mantenga la actual tendencia a la baja en los dos meses que aún restan para que finalice el año. 'La meningitis vírica ya ha superado las épocas en las que aumenta su incidencia: primavera y principios de otoño. Y en las llamadas bacterianas, como la del tipo C, se notará sin duda el efecto de las campañas de vacunación', afirma Rosa Ramírez, responsable de la sección de enfermedades infecciosas del Servicio de Epidemiología de la Comunidad.
A raíz del brote de meningitis C desatado en 1997, la Consejería de Sanidad emprendió una campaña de vacunación masiva para la población menor de 19 años. Entonces se distribuyeron 950.000 dosis. Otras 386.303 dosis fueron repartidas el año pasado, 'especialmente para la población menor de cuatro años', explica Ramírez. 'Como la vacuna no es efectiva totalmente en los niños más pequeños, han sido revacunados aquellos que en 1997 eran demasiado pequeños', aclara.
La meningitis vírica la causan hasta una veintena de virus y su cuadro sintomático inicial es parecido al de la meningitis C: fiebre alta, rigidez de nuca y vómitos. Por ello se recomienda el ingreso hospitalario para determinar el agente causante. Si éste es el virus, tras un ingreso medio de 3,9 días, el niño es enviado a casa para que repose y se someta a un tratamiento que dura 15 días. En cambio, si el responsable de la enfermedad es el meningococo, el ingreso hospitalario, con tratamiento con antibióticos, podrá prolongarse dos semanas, según Ramírez.
Las meningitis víricas y bacterianas están causadas por microbios cuya presencia es habitual en parte de la población, aunque sólo una parte de los infectados desarrollan la enfermedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de noviembre de 2001