Telefónica se disputa con Repsol el primer puesto de las empresas más inversoras en Argentina. Consideran que el último plan económico del Gobierno de De la Rúa para salir de la crisis es ambicioso y difícil de llevar a cabo, pero como lo sería en cualquier otro país que persiguiera el déficit cero y, más aún, si se trata de un estado en Latinoamérica.
La multinacional española considera el plan 'consistente y racional', y resalta que el apoyo de algunas provincias, el respaldo de Estados Unidos y el buen recibimiento que ha tenido en los mercados, son buenos auguirios.
Aunque sin restar importancia a la crisis actual, en la operadora se recuerda que ya han vivido al menos cuatro situaciones parecidas en Latinoamérica y no sólo se han recuperado sino que han crecido considerablemente. El hecho de que los ciclos de las crisis sean más cortos en la región -entre 18 y 20 meses según los cálculos de la operadora- puede ayudar a mitigar además el efecto de la crisis.
La empresa considera 'consistente' y 'racional' el último plan para sacar al país del caos económico
Según la presentación a analistas del pasado mes de octubre, Telefónica estima que el peor año de evolución de sus negocios en Latinoamérica equivale a perder un año de crecimiento.
La compañía que preside César Alierta no considera el escenario de una posible devaluación y, en cualquier caso, su efecto sería muy relevante. El mejor ejemplo es el de Brasil, donde el deslizamiento continúo del real frente al dólar se ha visto mas que compensado por el crecimiento de los ingresos y de los beneficios.
Por ahora, el efecto de la crisis no se ha dejado notar en exceso sobre los resultados consolidados del grupo, aunque sí sobre Telefónica Argentina, sociedad que gestiona la telefonía fija tradicional. En los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal (octubre 2000-junio 2001), los beneficios han caído un 51,8% (31,4% menos si se descuentan los extraordinarios) respecto al mismo periodo del año anterior y los ingresos disminuyeron un 4,6%. En el negocio del móvil, la crisis ha tenido menos impacto.
La compañía considera que debe imponerse la prudencia a la hora de planificar la inversión, pero sin que ello signifique desaprovechar ninguna oportunidad de negocio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de noviembre de 2001