Cáritas de Barcelona centrará su acción hasta el próximo 2005 en la lucha contra la pobreza y a favor de los más desfavorecidos, según Núria Gispert. Gispert explicó que los nuevos retos sociales que plantea el futuro a medio plazo parten de 'la falta de un tejido social solidario'. De ello, dijo, se derivan problemas como 'la soledad, sobre todo de los ancianos y de muchas mujeres; los jóvenes sin expectativas por el fracaso escolar y las personas sin hogar', y otros, 'derivados de la globalización', que afectan a los inmigrantes.
'El colectivo de inmigrantes reclama hoy de nosotros unos esfuerzos importantes', subrayó Joaquim Sabater, 'pero no dejaremos de lado a las personas mayores con pocos recursos económicos, a los niños con alto riesgo social, a las personas sin techo, a mujeres con cargas familiares y con dificultades para abrirse camino, a personas con escasa formación profesional o a enfermos mentales que no pueden acceder a la red pública por diversos motivos'.
'Tenemos que denunciar las desigualdades sociales ante las administraciones, las instituciones económicas y las entidades que tienen el poder en nuestra sociedad', afirmó el responsable de Cáritas.
Sabater destacó la importancia de promover 'el compromiso solidario de la comunidad cristiana mediante el trabajo y el esfuerzo económico', así como la de fomentar 'la acción voluntaria y el desarrollo de redes ciudadanas para favorecer la transformación en un mundo más justo'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de noviembre de 2001