El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, negó ayer que España y Francia se hayan enfrentado a causa de la política europea sobre el Sáhara, si bien aceptó que la postura francesa impidió que la Unión Europea plantear una posición común al respecto. En declaraciones a los periodistas durante la 56 Asamblea General de las Naciones Unidas, Piqué explicó que España ha mantenido sobre el Sáhara, "al igual que el resto de países de la UE", la "misma posición" de siempre, "absolutamente coherente" y basada en un "escrupuloso respeto a las resoluciones de la ONU" y a los esfuerzos del ex secretario de Estado James Baker, comisionado para el conflicto saharaui, que merecen "todo el apoyo" del Gobierno español.
El ministro respondía así a la información publicada el domingo por EL PAÍS sobre el origen de la retirada por parte de Marruecos de su embajador en Madrid. En ella se afirmaba que esa crisis se originó por la "disputa" entre París y Madrid en la ONU por el Sáhara. Piqué admitió que cuando los Quince discutieron la propuesta de la Presidencia belga de la UE para que la Unión fijara su posición ante la Comisión de Descolonización de la ONU, el criterio sostenido por España "mereció el apoyo de todos los demás, con la excepción en este caso concreto de Francia, que tenía una posición distinta". "Naturalmente, eso impidió la expresión de una posición común, de una explicación de voto común, pero nadie debe deducir que hubiera ningún tipo de enfrentamiento o de confrontación entre España y Francia". Argumentó que sólo se trató "de la presentación coherente y firme" de las posiciones que España y el resto de países de la UE defienden "desde hace mucho tiempo".
Francia intentó aprobar como postura común la respuesta sobre el Sáhara que el Consejo de Ministros de la UE dio al eurodiputado canario Isidro Sánchez pero omitiendo la parte de ella que recalcaba que el referéndum sobre la autodeterminación seguía siendo una base para la solución al conflicto. España junto a otros cuatro países se negó a dejar la posición común sólo en la recomendación a las partes de examinar el proyecto de autonomía propuesto por Baker.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de noviembre de 2001