Después de hojear el catálogo de actividades de la Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid, no sé si sentir vergüenza ajena o indignación. El catálogo comienza con las llamadas Jornadas de puertas abiertas y visitas guiadas, en las que participan alrededor de un centenar de centros; sin embargo, en todos menos en uno es preciso concertar la visita telefónicamente (en algunos casos, con una semana de antelación); sólo en un caso no es necesario, pero aun en éste las visitas se limitan, si no recuerdo mal, a lunes, martes y miércoles, a las 13.00 y a las 17.00. ¿Dónde están las jornadas de puertas abiertas? Esto no son puertas abiertas, esto es 'llame, que le abriremos cuando nos venga bien'. ¿Es que no hay un solo centro de investigación en Madrid capaz de organizar una verdadera jornada de puertas abiertas? Y por si esto fuera poco se han incluido de clavo, para hacer bulto, visitas ¡de pago! que se pueden realizar igualmente durante el resto del año.
Bueno, me dije, al menos la asistencia a las conferencias y mesas redondas será libre. Pues no: en muchas de ellas también es obligatoria la reserva telefónica; algunas incluso requieren, además de la reserva, la recogida de la invitación ¡con una semana de antelación! ¡Incluso para visitar algunas exposiciones hay que reservar por teléfono! ¿De verdad se quiere popularizar la ciencia y la investigación?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de noviembre de 2001