La Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián cerró ayer sus puertas hasta el año que viene, no sin antes proceder a la tradicional quema simbólica de la que ha sido su sede estos días, el Teatro Principal. Tras la entrega de premios y la proyección del último filme (Vidocq, de Pitof), los aficionados y participantes se congregaron a media noche, la hora mágica y bruja, para hacer arder el Principal. Como muestra la imagen, el evento fue un éxito y la 12ª edición de la Semana concluyó como era de esperar, entre fuego y calor, el mismo que han puesto los miles de asistentes a las proyecciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de noviembre de 2001