La curiosa expulsión de Argensó, el portero del Espanyol, ante el Alavés se inscribe en la rocambolesca actuación de Turienzo en el estadio de Mendizorroza.
El árbitro se complicó la vida nada más empezar en un empujón de Téllez a De Lucas. Tras vacilar unos segundos, lo sancionó con penalti. Pero a continuación consultó a uno de sus ayudantes. Como nada sacó en claro, habló luego con el otro, que estaba a 60 metros de la jugada. Al final, sólo pitó falta.
La expulsión de Argensó sobrevino al filo del descanso. El guardameta, que cumplió 27 años hace una semana y jugó con una anestesia en un dedo de un pie, blocó el balón. Téllez metió la pierna a destiempo y Argensó se molestó y, con la pelota sujeta con una mano, le empujó con la otra. Turienzo decretó penalti y expulsó a Argensó.
Éste asumió ayer su error por 'haber picado' en la 'provocación' y aseguró que el juez de línea le dijo a Turienzo que no era para tanto y que primero existió agresión de Téllez: 'El árbitro le contestó: 'Ya que la hemos liado, seguimos'.
El Espanyol se quejó ayer a la Federación por sentirse perjudicado por los arbitrajes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de noviembre de 2001