El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, pidió ayer el esfuerzo de toda la comunidad internacional para luchar contra el terrorismo "sin excusas ni pretextos" en el discurso que pronunció ayer ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.
El ministro de Exteriores fue selectivo al mencionar los contenciosos españoles con otros países: habló de Gibraltar pero obvió el problema de la soberanía del Sáhara, en un momento de crisis diplomática con Marruecos.
"El terrorismo no puede seguir siendo contemplado como un mal inevitable para nuestros pueblos sino como un enemigo mortal de todos ellos", dijo Piqué. "No puede haber excusas ni pretextos: este es el momento de demostrar la voluntad política de unos y de otros para tomar medidas efectivas, a fin de que la cooperación internacional contra el terrorismo, que España impulsa desde hace años, dé un salto cualitativo", añadió. El ministro alabó la reacción de Naciones Unidas tras los atentados: "Ha estado a la altura de las circunstancias".
Como es costumbre en cada uno de los discursos de todos los ministros de Exteriores ante la Asamblea General de la ONU, Piqué se refirió a Gibraltar. "El Reino Unido y España acordaron el pasado 26 de julio relanzar sus conversaciones. Hemos subrayado la voluntad política de superar todas las diferencias sobre Gibraltar y concluir estas conversaciones con éxito y rapidez".
Piqué no mencionó el conflicto del Sáhara, sobre el que el Secretario General, Kofi Annan, debe remitir un informe en los próximos días. Será sin duda una de las cuestiones que se abordará mañana durante su entrevista con el ministro de Exteriores marroquí, Mohamed Benaissa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de noviembre de 2001