Las federaciones de la función pública de CC OO y UGT realizaron ayer concentraciones de delegados para protestar por la pérdida de poder adquisitivo que ha tenido el colectivo de empleados públicos. En las movilizaciones ante las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno participaron 10.000 representantes de los trabajadores, según los datos de los sindicatos convocantes.
Las dos centrales aseguran que se trata de la primera protesta tras la ruptura de las negociaciones con el Ejecutivo en la Mesa de la Función Pública, y la imposición de un aumento salarial para 2002 del 2%. Esa subida está recogida en los Presupuestos Generales del Estado del año próximo que, a juicio de los sindicatos, no responden a ninguna de sus demandas ni contempla el reconocimiento del derecho a la negociación colectiva de los funcionarios ni políticas de estabilidad en el empleo público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2001