El Cuerpo Nacional de Policía puso fin, a las dos de la madrugada de ayer, al encierro que 14 horas antes habían iniciado en la sede de la Consejería de Industria de Santander ocho miembros del comité de empresa de las fábricas Alfacel y Cantarey, de Reinosa. Los sindicalistas demandan soluciones para 53 obreros de Alfacel y el cumplimiento de un acuerdo de hace tres años por el que la empresa ABB (cuya planta en Reinosa fue vendida en 2000 al grupo holandés Bace) trasvasó a esos operarios a una fábrica de tripas de celulosa, Alfacel, que por entonces iniciaba sus actividades y que está cerrada desde agosto pasado. Cantarey, que fabrica generadores eólicos y motores, debía admitir ahora a los cesados.
Los sindicalistas amenazan con movilizaciones y con acudir a los Tribunales para depurar 'las responsabilidades que por el engaño doloso producido en los trabajadores pudieran ser exigibles'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2001