La elección de los impositores dejó claro ayer que la decisión final sobre el control de la caja de Sevilla El Monte recaerá sobre CC OO y PA, toda vez que la candidatura progresista, afín a la alianza PSOE-IU, consiguió arrancar suficientes apoyos para lograr un sillón en el Consejo de Administración de la entidad. Según las cuentas socialistas, este consejero permitirá a la "mayoría de progreso" ocupar ocho de los 17 puestos del nuevo Consejo, a uno de la mayoría absoluta.
En frente, cuatro quedarán en manos del PP y dos serán designados por la candidatura independiente de impositores, que aboga por la continuidad en la presidencia de Isidoro Beneroso, expedientado por el PSOE. El PA, con un consejero, y CC OO, con dos (uno por los trabajadores, otro por impositores), serán, pues, claves en el control de la entidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2001