Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Rabat pide que España apoye la autonomía del Sáhara

"Marruecos quiere que España tenga una posición clara de apoyo eficaz y sincero a los esfuerzos de Naciones Unidas para una solución rápida y definitiva al asunto del Sáhara". Las autoridades marroquíes, esta vez por boca del número dos de su diplomacia, Taieb Fassi-Fihri, pidieron nuevamente ayer al Gobierno español que respalde el plan del norteamericano James Baker que prevé conceder una autonomía al Sáhara Occidental en el marco del Reino de Marruecos y sin celebrar un referéndum de autodeterminación como estaba inicialmente previsto.

La neutralidad oficial española "queda contradicha por las repetidas actuaciones negativas", añadió el secretario de Estado Fassi-Fihri en una entrevista en Rabat con la agencia Reuters. Se refirió a la celebración el pasado octubre en Andalucía de un seudo referéndum sobre el Sáhara organizado por varias ONG.

La diplomacia francesa intentó el mes pasado en Naciones Unidas inclinar al conjunto de la UE a favor del plan Baker pero cinco países, entre ellos España, pararon su iniciativa. Al final toda la UE, excepto Francia, estaba dispuesta a aprobar un texto propuesto por la presidencia belga pero no pudo hacerlo al ausentarse de la reunión la representación francesa.

La publicación de la entrevista de Fassi-Fihri coincidió prácticamente en el tiempo con el llamamiento que formuló el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaissa, ante la Asamblea General de la ONU.

"Marruecos invita a las otras partes a responder de manera positiva a las resoluciones del Consejo de Seguridad a este respecto para establecer negociaciones que lleven a una solución política de este conflicto artificial", afirmó Benaissa. El plan Baker constituye, según el ministro, "la última oportunidad real para un arreglo definitivo y rápido del conflicto".

A finales de junio, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que invita a Baker, emisario para el Sáhara del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, a seguir trabajando sobre su propuesta de autonomía, pero sin descartar el referéndum de autodeterminación.

Benaissa evocó también en su discurso, como lo hace cada año el ministro de Exteriores marroquí, "la ocupación por España de las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla y de las islas adyacentes, que constituye un anacronismo".

El jefe de la diplomacia marroquí no mencionó este año la necesidad de crear una célula de reflexión para resolver el contencioso de las plazas de soberanía pero vinculó el establecimiento de una buena relación entre ambos países a la solución de este litigio.

"La construcción de relaciones irreversibles de cooperación, de amistad y de buena vecindad con España es un objetivo estratégico fundamental", resaltó Benaissa. "La realización de este objetivo requiere, por parte de España, comprensión y adhesión a los derechos de soberanía legítimos de Marruecos sobre las ciudades de Ceuta y de Melilla y de las islas adyacentes mediante la puesta en práctica de vías que aseguren la soberanía marroquí sobre el territorio pero garanticen los derechos económicos, sociales y culturales de los residentes españoles".

El titular español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, introdujo a última hora un añadido en su intervención ante la ONU para responder a Benaissa. "Es", dijo, "una reivindicación histórica del nacionalismo marroquí" que España "no va a compartir nunca". Nadie debe tener "ninguna duda" sobre que los ciudadanos de Ceuta y Melilla son españoles y "ejercen los mismos derechos" que cualquier otro compatriota.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2001