El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, cenó anoche en el Palau de la Generalitat con el presidente de Boeing Company, Harry C. Stonecipher, con el vicepresidente de Boeing Europa, Heiner Wilkens, y el director general de la compañía en España, Philip de St. Aubin, ante la posibilidad de que el gigante de las líneas aéreas ponga un pie en la Comunidad Valenciana.
Aunque no trascendió el motivo de la cena, el presidente abrió las puertas del Palau, a su regreso de Bruselas, donde se le nombro candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a presidir el Comité de las Regiones de la Unión Europea, para hacer de anfitrión de los ejecutivos de la compañía. En principio sólo como muestra de cortesía, después de que en junio pasado, durante la visita oficial de Eduardo Zaplana a Estados Unidos, se reuniera con Stonecipher en Seattle (estado de Washington). Entonces se aventuró la posibilidad de que que la firma estadounidense estuviese estudiando instalar en España una central de mantenimiento para los aviones que utilizan los motores de la compañía, y se barajó el aeropuerto de Manises como posible sede de esta instalación.
Incluso se llegó a comentar que Boeing podría cooperar con la Univesidad Politécnica de Valencia en algunos proyectos de investigación aeroespacial que pretende desarrollar en europa.
Sin duda, la noticia de que Boeing se instala en Valencia constrastaría con la incertidumbre que vive el sector aéreo tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en Manhattan. Cierre de compañías aéreas, como Sabena, en Bélgica, recortes de plantilla, como el anuncio de ayer de Iberia de ejecutar un expediente de regulación de empleo de 2.500 trabajadores, y la constatación de pérdidas millonarias en la mayoría de las empresas, son la tónica general desde el derribo de las torres gemelas. Una debacle a la que no ha escapado Boeing, gigante del espacio que fabrica aviones comerciales, reactores de negocios, grandes naves de mercancías y hasta aviones militares, pero cuya cotización en la bolsa de Nueva York ha bajado en en los últimos meses un 50% respecto al valor de sus acciones a comienzos de año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2001