Durante los cuatro meses largos en que estuvieron presos de los talibanes, la muerte planeó sobre las cabezas de los ocho trabajadores occidentales miembros de la ONG religiosa Shelter Now International, detenidos bajo la acusación de proselitismo cristiano. Pero anoche, cuando persistía el temor de que sus vidas sirvieran de moneda de cambio ante la debacle talibán, llegó la noticia de su liberación.
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Les devolvieron la libertad en algún momento durante la desbandada de los talibanes hacia Kandahar, su fortín y ciudad emblema, tras la caída de la capital afgana en manos de la Alianza del Norte. Según una fuente gubernamental de Estados Unidos, que pidió permanecer en el anonimato, un helicóptero militar norteamericano recogió a los liberados y los transportó a tierra paquistaní. "Ya están en manos seguras", dijo el funcionario, sin proporcionar más detalles sobre la liberación.
Los cooperantes, cuatro alemanes, dos estadounidenses y dos autralianos, trabajaban en labores humanitarias en Afganistán. Pero los talibanes les arrestaron y poco después mostraron publicaciones con contenido religioso cristiano que supuestamente mostraban a familias afganas a las que visitaban para aliviar su pobreza. La draconiana ley religiosa talibán castigaba con la pena de muerte ese comportamiento.
Junto a los cooperantes, fueron detenidos también 16 afganos que trabajaban para Shelter Now International, que es una organización alemana. Anoche no se sabía nada sobre la suerte de esas personas.
Desde la detención de los occidentales, el 5 de agosto, un tribunal religioso celebró varias sesiones del juicio, en las que la ONG negó reiteradamente ejercer ningún tipo de propaganda religiosa. "No hemos convertido a un solo musulmán afgano al cristianismo", dijo Georg Taubmann, el director de la organización, que se desplazó a Kabul para defender a sus compañeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2001