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OPINIÓN DEL LECTOR

Todos somos Jaime González

Como primer presidente de Castilla y León durante los cerca de cuatro años, es decir, el tiempo más difícil y duro, de la puesta en marcha de una Comunidad, probablemente la más compleja del Estado (casi 100.000 kilómetros cuadrados, 9 provincias, 2.248 Ayuntamientos, 13 obispados, etcétera), tuve la satisfacción de reunir y comprometer a profesionales de muy alta preparación en las distintas funciones y responsabilidades que conforman un Gobierno. Entre éstos, Jaime González, desde su incorporación, primero como consejero de Agricultura y Montes y pronto como único vicepresidente, significó una aportación valiosísima al proyecto de construir de la nada nuestra región. Como consejero, aún lo recuerdan las organizaciones agrarias, y como vicepresidente coordinó las organizaciones territoriales, así como distintas áreas de la Administración autonómica.

Jaime González es un ingeniero, funcionario de carrera, profesor de la Escuela de Ingeniería Agronómica y con un bagaje técnico y humano en la preparación profesional que, unido a una voluntad y entrega apasionadas, así como a su trayectoria social y cultural, solvencia y sentido del Estado, proyecta el perfil de los buenos servidores del común. No es mi intención describir la riqueza de su currículum por ser notoria.

Sí quiero manifestar que a muchos ciudadanos, también de la derecha, nos ha dolido profundamente el trato dispensado por el futuro doctor en Economía, vicepresidente segundo y ministro de Economía, señor Rato, del cual espero se disculpe ante la sociedad y Jaime González, tipo legal que dicen los jóvenes.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2001