El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, lanzó ayer un jarro de agua fría sobre las previsiones de crecimiento que augura el Gobierno. Caruana aseguró en el Senado que España crecerá entre el 2% y el 2,5% en 2002, frente al 2,9% que prevén los Presupuestos. Para este año estima que 'no parece posible' que se alcance el 3%. Este menor crecimiento repercutirá en los objetivos macroeconómicos, como el logro del déficit cero. Ante ello, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, adelantó que el Gobierno esperará a diciembre para decidir si modifica dichos objetivos, lo que no significa que se vaya a revisar la política económica. Así lo advirtió el jefe del Ejecutivo, José María Aznar, quien afianzó su voluntad de 'mantener los parámetros básicos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2001