Los 23 alcaldes que Izquierda Unida tiene en la provincia de Málaga entregaron ayer las llaves de sus ayuntamientos al delegado del Gobierno de la Junta, Luciano Alonso, y al Subdelegado del Gobierno en la provincia, Carlos Rubio, acto simbólico con el que quisieron llamar la atención sobre la escasez de recursos de la que disponen los municipios para atender sus competencias, más aún cuando, según denunciaron, tienen que asumir competencias de las que otras administraciones hacen dejación como la limpieza de arroyos o la construcción de centros educativos.
El alcalde de Álora, Salvador García Cobos, lamentó que la financiación municipal sea una de reivindicación histórica aún pendiente del sistema democrático español. García Cobos justificó el acto simbólico de renuncia en que 'estamos en una situación agónica porque los fondos que recibimos son ridículos'.
Los ediles de IU abogan porque exista un acuerdo entre Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos para que éstos reciban el 25% de los ingresos del Estado, -actualmente perciben en torno al 14%-, porcentaje que entienden sí les permitiría disponer de fondos suficientes para hacer una gestión 'suficientemente digna'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001