El Fondo Monetario Internacional dio ayer una nueva vuelta de tuerca al proceso de deterioro de la economía global, revisando a la baja sus expectativas, tanto para este año como para el próximo.
Los mercados reaccionaron con cautela ante un anuncio que a nadie toma por sorpresa, pero que confirma que el actual problema es saber cuándo se tocará fondo en la pérdida de actividad económica, ya que si se tarda mucho habrá tiempo sobrado para entrar en recesión.
Los datos sobre inventarios y ventas de Estados Unidos para el mes de septiembre confirmaron las peores previsiones, pero su impacto ya estaba previamente amortiguado por el avance de las ventas al por menor de octubre, conocido el día anterior.
En el mercado español hubo tiempo para todo, con un interesante avance por la mañana y un importante retroceso por la tarde, lo que hizo oscilar al Ibex 35 más del 2,5%. Al cierre, este indicador ganaba un 0,43%.
El peso de estos movimientos lo llevaron entre Telefónica y los grandes bancos, con el lastre del sector petrolero, en el que Repsol YPF terminaba perdiendo el 6,79%. También en otros mercados las petroleras resultaron castigadas en esta sesión y, así, ELF Aquitaine perdía el 8,20% y Total Fina ELF un 7,07%.
La contratación de esta jornada salió beneficiada con tanto ajetreo y el Mercado Continuo negoció 414.594 millones de pesetas, 2,491,76 millones de euros, que se sitúan entre las 12 cifras más importante de este desigual ejercicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001