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'De vergüenza ajena'

El arbitraje de la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, en la complicada, bronca y alborotada sesión de ayer no convenció a nadie. Hasta el punto de que los portavoces de todas las formaciones coincidieron en catalogar el pleno, retransmitida por televisión, como 'lamentable y de vergüenza ajena'. Hubo momentos en los que Rudi evidenció su impotencia para frenar el descontrol. Demostró que no conocía a diputados a los que recriminaba y no pudo citar por su nombre. Entonces pasó revista al libro de las fotografías.

El programado discurso del portavoz del PP, Vicente Martínez Pujalte, desencadenó el desorden. Rudi estuvo a punto de expulsar a la socialista Isabel López i Chamosa. Intentó recuperar autoridad amenazando con suspender el pleno. Y al final optó por reconocer que no tenía más remedio que esperar a que se atenuasen los gritos. Cortó el turno de palabra 14 veces. Hasta Pujalte se desconcertó cuando le pidió que terminase.

A las tres de la tarde, cuando se votó,accedieron al hemiciclo Rodrigo Rato, Cristóbal Montoro y los demás ministros. Sólo aguantó en su escaño Jesús Posada. Cuando Rato volvió al hemiciclo, el PSOE le recibió al grito de '¡cobarde!'. El PP replicó con aplausos y felicitaciones a Rato, Montoro y Pujalte.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001