La nueva Ley de Tráfico, aún pendiente de su aprobación por el Senado, prohibirá, además del uso del teléfono móvil convencional durante la conducción, el uso de las "emisoras de radio que, a través del micrófono correspondiente mantienen la comunicación entre conductores de diferentes vehículos". El veto a las emisoras, totalmente implantadas en los taxis y en miles de camiones y autobuses, ha sido incluida en la ley gracias a una enmienda del Partido Popular aprobada ayer por la ponencia de la Cámara alta que estudia el texto legal.
La nueva prohibición se incluye en el párrafo 3 del artículo 11, en el que tras la frase de "se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil", añade la siguiente frase: "Y cualquier otro medio o sistema de comunicación" que no esté integrado como sistema sin manos ni auriculares en el vehículo.
El PP cree que el uso de las emisoras con micrófono durante la conducción "interfiere gravemente en el grado de atención que le es exigible a todos los conductores" y explica que si no se incluyera este nuevo veto "no existiría cobertura legal suficiente para prohibir la utilización de estos medios de comunicación que son ajenos a la telefonía móvil que contempla la norma". A juicio de los populares, esta medida añade mejoras para "potenciar la atención del conductor".
Sin distingos
Miembros de la ponencia del Senado han indicado que, a pesar de que este nuevo texto puede encrespar los ánimos de los profesionales del transporte -especialmente los taxistas, que tienen en las emisoras parte de su modo de vida- la nueva ley no puede hacer distingos entre "los conductores profesionales y los que no lo son".
El PP también pretende que la sanción de retirada del carné de conducir por tres meses -opcional para la autoridad en caso de infracciones graves y obligatoria en el caso de las muy graves- pueda ser fraccionada en su cumplimiento, de manera que se pueda cumplir escalonadamente. Los ponentes, además, van a abordar una nueva reglamentación específica para los centros médicos de reconocimiento de conductores, los que constatan las aptitudes psicofísicas de los automovilistas. La creación de la nueva reglamentación se considera imprescindible para "regular las certificaciones que expidan estos centros", cuya autorización de apertura corresponderá a la autoridad sanitaria, aunque será en las jefaturas de Tráfico donde surtan efecto las certificaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001