Después de tres días de cumbre en Washington, el presidente norteamericano, George W. Bush, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, no lograron resolver sus discrepancias sobre el tratado antimisiles ABM. Pero el desacuerdo ruso-estadounidense no dañará las relaciones entre los dos países, según afirmó ayer el presidente de EE UU en el curso de una rueda de prensa con Vladímir Putin, realizada de forma imprevista en Crawford (Tejas).
'Tenemos divergencias de opinión, pero eso no dividirá a nuestras dos naciones', dijo el presidente norteamericano, quien aceptó una invitación de Putin para visitar Rusia, sin precisar fecha.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001