La huelga contra la LOU se prolongará en Santiago de Compostela una semana más. La asamblea de estudiantes de la capital gallega decidió anoche secundar la iniciativa de los profesores, que el día anterior ya habían anunciado que no acudirían a las aulas hasta el próximo 22. El paro de los alumnos había sido apoyado previamente en todas las facultades, excepto Medicina y Farmacia. La Universidad de Santiago, la más activa en las protestas, está en huelga ininterrumpida desde el día 7.
Los masivos actos de contestación a la LOU del estudiantado gallego no se limitan a manifestaciones, caceroladas o improvisadas aulas en la calle porque, en un renovado espíritu asambleario, los alumnos inventan cada día una nueva forma de protesta. Para expresar su temor a que la reforma educativa aumente la influencia de las grandes corporaciones financieras en la universidad, centenares de alumnos trataron ayer de colapsar los servicios de cuatro sucursales bancarias de la ciudad colocándose en fila ante las oficinas. El personal de las entidades optó por echar el cerrojo, pese a que algunos de los jóvenes apelaron a su condición de clientes. Los estudiantes repetirán hoy la medida concentrándose ante las ventanillas de los servicios centrales de la Xunta de Galicia.
Para la noche de ayer, la madrugada de copas por excelencia en la ciudad, los alumnos tenían prevista otra huelga singular: no tomar alcohol en los bares. En la tarde, grupos de alumnos frecuentaron los supermercados a fin de aprovisionarse de bebidas para acompañar a la multitudinaria queimada nocturna prevista en los jardines de la Herradura, en el centro de la ciudad.
Mientras, los rectores de Santiago, Darío Villanueva, y Vigo, Domingo Docampo, se reunieron con los senadores gallegos de todas las fuerzas políticas para expresarles el rechazo de la comunidad universitaria a la reforma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2001