La principal preocupación del secretario general de la FSM, Rafael Simancas, y del presidente, Pedro Sabando, reside en el temor de que el enfado por el caso Trinidad Jiménez continúe y se manifieste en el comité regional que se celebrará mañana, domingo, en la sede de UGT, en la avenida de América de Madrid.
El estallido del caso Trinidad Jiménez en vísperas de este acto de la Federación Socialista Madrileña podría echar por tierra todo el trabajo de la ejecutiva regional, que tiene previsto dar cuenta de la tarea realizada en su primer año de mandato.
Simancas explicará su gestión y la del equipo salido del noveno congreso de la FSM, que puso fin a las turbulencias que hasta entonces habían vivido los socialistas madrileños a causa de las diversas sensibilidades existentes en su seno (guerristas, renovadores por la base, renovadores puros, etcétera). Durante los últimos 12 meses, Simancas se ha dedicado a realizar una labor callada, centrada fundamentalmente en restañar las heridas y aunar a las diferentes familias. Entre otros proyectos, mañana anunciará la creación de un órgano encargado de coordinar a las agrupaciones de distrito de la capital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de noviembre de 2001