Un grupo de jugadores de la aviación italiana entrena en el viejo estadio del equipo de fútbol del Rayo Vallecano. En breves momentos se va a enfrentar al equipo local, que espera con nervios el partido. Las gradas están abarrotadas de vecinos de Vallecas. Es el año 1942 y alguien, con una cámara de fotos, plasma el instante. Casi 60 años más tarde, muchos de esos jugadores han desaparecido, pero la fotografía, intacta, mantiene su recuerdo.
Esta imagen es una de las más de 400 que la asociación Vallecas Todo Cultura ha recopilado para recoger la historia de Puente y Villa de Vallecas. Cien de estas fotos estuvieron expuestas este fin de semana en el centro cultural Palomeras Bajas (Calle de Felipe de Diego, 11) dentro de las III Jornadas de Recuperación de la Historia de Vallecas. Todo el que quiera puede consultar el archivo completo, a partir de mañana, en la asociación (Calle de Andaluces, 20). 'Hemos sacado las fotos del archivo Santos Yubero de la Comunidad de Madrid, de imprentas, de particulares... La foto más antigua es de 1870 y nos la ha dejado un quiosquero de Puente de Vallecas', explica José Molina, presidente de Vallecas Todo Cultura. 'Ha sido un trabajo muy costoso, pero ha merecido la pena para que los más jóvenes del barrio puedan ver cómo eran antes las cosas', agrega.
Numerosos vecinos se acercaron durante el fin de semana para ver las fotografías y descubrir cómo los vallecanos asistían, incrédulos, en 1936 al incendio de la Casa del Obrero; cómo era, a mediados de la década de los cuarenta, la sala de costura de la Sección Femenina del centro familiar de Puente de Vallecas o cómo, en 1950, el pleno del Ayuntamiento vallecano acordó anexionarse a Madrid como distrito. 'Mira, Lola Flores y Carmen Sevilla en las fiestas del Carmen del año 54', comenta una mujer a su hija mientras señala con el dedo una fotografía. La mayoría de las fotos pertenecen a la guerra civil. Hay imágenes de vallecanos celebrando el derribo de un bombardero fascista y de falangistas en una misa de campaña para celebrar la inauguración de la conquistada Casa del Pueblo de UGT y PSOE de la calle de la Concordia.
José García, de sesenta años y vallecano -'de toda la vida, desde que nací'-, recordó, viendo las fotos, las inundaciones que asolaron la zona en 1955, y los tranvías. 'Los números 15 y 17, y antes había una camioneta que llamábamos la golfa'. Él la veía pasar por el barrio cuando tenía seis años. O los juegos infantiles de la época: 'Los chicos nos sentábamos en bancos y jugábamos, entre otras cosas, a tirarnos piedras los unos a los otros. Las chicas jugaban al limbo, que consistía en pintar un cuadro con números en el suelo y tenían que pasarlo a la pata coja y sin pisar las líneas', comenta García. Y añade: 'Vallecas no era un barrio peligroso. Yo trabajé durante cuarenta años de noche y nunca tuve problema. Ahora está un poco peor'. 'Aunque, eso sí, Madrid siempre ha sido un barrio de Vallecas', sentencia.
Pero las jornadas sobre Vallecas no terminan con esta exposición. Los próximos 23 y 24 de noviembre, Vallecas Todo Cultura organiza Vallecas, puerta del cine, un ciclo de películas experimentales venidas de todo el mundo. 'Nos han mandado más de 200 cintas, incluso de Japón; ahora nos toca hacer una selección de las mejores', explica el presidente de la asociación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de noviembre de 2001