No me ha sorprendido en absoluto que la Mesa de las Cortes Valencianas no haya admitido a trámite las preguntas formuladas por el diputado del PSPV Josep Mestre en relación al cese forzoso del Director del IES L'Olleria (EL PAÍS de la Comunidad Valenciana de 5.11.01). Los votos cantan: PP tres en contra, PSPV dos a favor. En una palabra: balón despejado y a otro tema.
Es una muestra más de la prepotencia de nuestros gobernantes actuales y del oscuran-tismo al que quieren someternos. Su política consiste en ignorar cualquier intento por parte de los elementos molestos interesados en aclarar asuntos , ignorar escritos certificados o, si lo hacen, contestar con el consabido 'su escrito ha sido tramitado a...' Y allí reposa el escrito meses y meses con la esperanza de que el interesado no reclame, porque si lo hace encontrará como respuesta algún quite por chicuelinas con el objeto desviar su atención. Larra pervive y la tauromaquia es el arte preferido por la Consejería de Educación.
Año y medio de via crucis administrativo llamando insistentemente a las puertas del gabinete del consejero de Educación, a la Inspección Educativa con su jefe al frente, la Dirección Territorial, el Servicio Jurídico de la consejería, a la Dirección General de Personal, etc., con cincuenta escritos pidiendo aclaraciones, no sirve absolutamente para nada cuando la suerte está echada: 'Hay que cargarse al Director de L'Olleria'. El primer acto de esta obra teatral acaba y el actor grita: '¿Quién está detrás de la directora territorial que busca mi cabeza?' El silencio se adueña del escenario y el actor, vencido en la batalla administrativa, se prepara para nuevas batallas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de noviembre de 2001