La Comisión de la Unión Europea prorrogará un año más las ayudas a los frutos secos, cuyo importe anual se cifra en unos 96,16 millones de euros (16.000 millones de pesetas), según se desprende de las últimas propuestas en estudio en Bruselas, aunque España tendrá que aumentar el porcentaje de cofinanciación del 18% al 25%. En materia de ayudas, el aceite español es el más penalizado de la UE.
España tiene una superficie dedicada a los frutos secos de unas 650.000 hectáreas, de las que 550.000 son almendros, con una facturación de 60.000 millones de pesetas. La mayor parte de estas superficies se hallan en zonas de secano o marginales, lo que supone un problema para competir en un mercado internacional libre.
El sector productor había planteado como primera salida la posibilidad de una nueva prórroga hasta que se produjera una reforma definitiva. Sin embargo, el objetivo de los agricultores es lograr una medida de apoyo estable y duradera para evitar cada año los interrogantes sobre la posibilidad de percibir esos fondos, dado el problema de estructuras que tiene el sector.
La campaña pasada España logró una primera prórroga para unas ayudas que tienen un máximo de unas 95.000 pesetas por hectárea y un mínimo de 45.000 pesetas, según el tipo de medidas que se apliquen. De las más de 630.000 hectáreas de toda la UE que se acogieron a esos planes de mejora, casi la totalidad, unas 590.000 hectáreas, correspondieron a explotaciones españolas.
En materia de ayudas, el aceite de oliva español ha sido el más penalizado de la UE en las últimas cinco campañas por superar la cuota de producción asignada, según datos del sindicato agrario UPA.
En la última campaña, los olivareros españoles percibirán una ayuda de 155,5 pesetas por kilo, frente a las 220 pesetas de los italianos, portugueses y franceses y las 195 pesetas de los griegos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de noviembre de 2001