Los dos miembros de las fuerzas de seguridad que fueron detenidos el viernes en su puesto de la frontera del Tarajal, en Ceuta, por permitir la entrada en la ciudad de inmigrantes irregulares, han sido puestos en libertad sin fianza por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Ceuta, al no encontrar indicios de actividad delictiva en la investigación realizada por el Cuerpo Nacional de Policía y que condujo a su detención hace tres días.
Tanto al policía como al guardia civil, que fueron detenidos junto a otras cuatro personas, se les acusaba de estar vinculados a una red de tráfico de inmigrantes y de cobrar 700.000 pesetas por permitir la entrada de marroquíes a Ceuta de forma irregular, extremo éste que fue negado por ambos en el transcurso de su declaración. El juez decidió no retenerlos después de que pasaran toda la tarde del sábado declarando en el Palacio de Justicia de Ceuta. Quedaron en libertad durante la madrugada del domingo.
Ni las escuchas telefónicas realizadas en los últimos meses ni otras pruebas presentadas por la policía han sido tomadas en consideración por la autoridad judicial, que decretó su inmediata puesta en libertad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de noviembre de 2001