He leído en su diario que la Audiencia Provincial de Oviedo no considera discriminatorio que un colegio de Villaviciosa multe a sus alumnos con 25 pesetas por cada palabra que digan en bable. Me ha venido a la memoria que hace ya más de 30 años, un maestro, en mi escuela, me golpeó con una vara porque dije furacu en lugar de agujero.Bueno..., no sé qué decir. Uno cree vivir en un país donde se respetan los derechos y libertades y se encuentra con resabios autoritarios y fascistas que creía superados. Claro, que cuando los responsables políticos asturianos ni siquiera se toman en serio la llingua de la tierra... ¿qué se puede esperar?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de noviembre de 2001