La delegación de Educación en Córdoba ha puesto en marcha un nuevo servicio de atención específica a los 415 alumnos de la provincia que tienen alguna discapacidad motórica. Un total de 115 equipos de orientación educativa -formados por médicos, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y profesores de educación compensatoria- valoran, desde los centros base, cuáles son las necesidades especiales de estos alumnos, y emiten dictámenes que aconsejan cuál es la modalidad de escolarización idónea para cada niño.
Según explican Antonio Guerra y Pilar Durán, coordinadores del servicio, existen cuatro modelos básicos de escolarización. Van desde el llamado A, que corresponde al máximo nivel de integración, en el que los alumnos discapacitados están incorporados a las aulas ordinarias, hasta el D, en el que los niños se escolarizan en centros específicos y asisten sólo a clases de educación especial.
Las afecciones más frecuentes son la parálisis cerebral, que sufren 191 estudiantes, y la espina bífida, que padecen 44. Y la necesidad que más asiduamente se presenta es la eliminación de barreras arquitectónicas y la adaptación del mobiliario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de noviembre de 2001