La previsión oficial de que la economía española crecerá un 3% este año y un 2,9% en 2002 genera cada vez más escepticismo entre las instituciones. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, aseguró ayer que la previsión que figura en los Presupuestos Generales del Estado no se va a cumplir, aunque rehusó cifrar cuál será el nuevo crecimiento del producto interior bruto (PIB). "Tengo la sensación de que las previsiones no van a ser del 2,9% [para 2002] ni del 3% [para 2001]", señaló el comisario, sin querer especificar más. Solbes participó en un almuerzo sobre el crecimiento y el euro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección.
No es la primera vez que se pone en cuestión la expectativa de crecimiento de España tras los atentados del 11 de septiembre. El FMI rebajó al 2,3% a finales de octubre el crecimiento del PIB para 2002. Y el Banco de España lo situó la semana pasada entre el 2% y el 2,5%.
El ministro español de Economía, Rodrigo Rato, sin embargo, afirmó ayer desde la sede del FMI en Washington que la desaceleración de la economía española "no es muy profunda" según los datos macroeconómicos de los que dispone el Gobierno hasta octubre.
Más que el resto de Europa
Aunque Solbes dijo conocer el nuevo pronóstico de la UE para España, prefirió no adelantarse a la Comisión Europea, que mañana publicará las nuevas perspectivas de crecimiento de las economías comunitarias. Lo que sí aseguró el responsable europeo de Asuntos Económicos es que España estará "claramente por encima del crecimiento medio europeo", que cifró en el 1,5% para este año y "algo inferior" en 2002.
Una vez superado ese periodo, Pedro Solbes augura "un buen punto de partida" para que Europa comience a remontar en 2003. Aunque señaló riesgos importantes, como que el consumo no despegue o que el nivel de inversión sea insuficiente, el comisario añadió: "No hay que ser más pesimistas de lo que deberíamos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de noviembre de 2001