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EE UU acusa a Irak, Irán, Libia y Siria de hacer armas biológicas

Localizado en Chile un sobre con ántrax con el que tuvieron contacto 13 personas

EE UU acusó ayer a Irak, Irán, Corea del Norte, Libia, Sudán y Siria de violar el tratado internacional que prohíbe fabricar armas biológicas, en el primer día de la conferencia que se celebra en Ginebra para reforzar dicha convención.

John Bolton, subsecretario de EE UU para el Control de Armas y la Seguridad Internacional, afirmó que "tras los atentados del 11 de septiembre el mundo ha cambiado", lo que impone una nueva aproximación a esta amenaza y que, por tanto, "iba a nombrar a los países violadores [del tratado] por su nombre". En su lista apareció en primer lugar Irak, que ha "desarrollado, producido y almacenado agentes y armas bacteriológicas" pese a haber firmado el tratado, que data de 1972. Bolton también expresó la preocupación de Washington con Irán, país que "probablemente" ha fabricado armas biológicas.

Las sospechas de EE UU también recaen sobre Libia, Corea del Norte, Siria y Sudán por estar en disposición de fabricarlas o por haber expresado su voluntad de hacerlo. Siria y Sudán no han firmado el tratado.

El 11 de septiembre y los casos de ántrax también han cambiado a EE UU. En 1995 se negoció un protocolo para hacer más eficaz el tratado de 1972, aumentando los mecanismos de verificación en los Estados signatarios. El protocolo era rechazado hasta julio por EE UU, que no estaba de acuerdo con abrir sus centros de investigación militar a inspectores extranjeros sin garantías de que otros países cumplieran las reglas.

Ahora, sin embargo, Washington ha hecho una serie de propuestas para reforzar el tratado. Entre ellas figura el reforzamiento de la legislación criminal nacional y mejorar los acuerdos de extradición bilateral respecto a las actividades prohibidas por la convención. Establecer estrictos mecanismos para la seguridad contra microorganismos patógenos, informar internacionalmente de cualquier hecho adverso o sensibilizar a los científicos sobre el riesgo de la ingeniería genética, son otras de sugerencias.

Alarma en Santiago

Por otra parte, el Gobierno chileno confirmó ayer la presencia de esporas de ántrax en un sobre que llegó la semana pasada a una oficina de Santiago, proveniente del exterior, en el primer caso de bioterrorismo que ocurre en la historia del país. Las 13 personas que estuvieron en contacto con el sobre no presentan hasta ahora síntomas de haber contraído la bacteria y están siendo tratadas preventivamente.

Tampoco se encontró ántrax en la empresa afectada y sus instalaciones fueron revisadas y desinfectadas preventivamente. Las autoridades mantienen en reserva el nombre de la empresa y la identidad de las personas.

[Restos de ántrax han sido encontrados en la Oficina central de Prisiones en Washington, aunque la contaminación es escasa y los empleados podrán trabajar en breve tras la limpieza de las instalaciones. Al parecer, la bacteria llegó a las oficinas a través del correo, informa Reuters].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de noviembre de 2001