El alcalde de Canena (Jaén), Angel García, junto con el párroco y el juez de paz de este municipio de poco más de 2.000 habitantes, buscan desde el pasado 9 de noviembre personas pobres para hacerles entrega de tres fincas que Antonio Bautista dejó en su testamento para los más desfavorecidos del pueblo. Esta historia comenzó en junio pasado, cuando Bautista, viudo y sin hijos, falleció en una residencia de Marmolejo (Jaén) y dejó en su testamento todos sus bienes para sus sobrinos, a excepción de tres fincas de Canena que fueron legadas a los pobres. Angel García dice que fue un sobrino del fallecido el que se puso en contacto con él para comunicarle la última voluntad de su tío y pasarle lo que el alcalde llama 'una verdadera patata caliente'. Y es que, según el artículo 749 del Código Civil, el reparto debía efectuarse mediante la creación de una comisión, integrada por el alcalde, el párroco y el juez de paz, que sería la encargada de parcelar y entregar a los pobres del municipio las tres fincas, con unos 300 olivos y valoradas en su conjunto en 30 millones de pesetas. García señala que los problemas surgen cuando hay que delimitar el concepto de pobre y porque 'en el municipio, por suerte, no hay gente pobre, sí más o menos necesitada, pero no pobre como todos podemos entender'. Hasta el próximo día 27, el Ayuntamiento está recogiendo las solicitudes de vecinos que consideran que tienen derecho a parte de la herencia de Bautista, un militar retirado que llegó a tener una gran fortuna. 'Lo que lamento es que al final seremos nosotros los que salgamos mal parados, porque, lo hagamos como lo hagamos, siempre quedará gente disconforme', dijo el alcalde.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001