Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid justifica al PSOE por expulsar de sus filas a Manuel Aguilar, el militante de Jaén capital que denunció haber hecho un pucherazo en las elecciones primarias celebradas en 1998 entre Joaquín Almunia y Josep Borrell. El auto indica que Aguilar se autoinculpó y reconoció que había metido papeletas falsas en las urnas de Jaén capital, pero no considera que exista ninguna otra responsabilidad, por lo que ve correcta la expulsión del partido que éste recurrió ante los tribunales.
Aguilar demandó al PSOE, a la comisión federal de garantías y a la ejecutiva federal. La sentencia de la juez María del Mar Crespo absuelve a los demandados y condena al ex militante a pagar las costas.
La sentencia indica que Aguilar 'de forma clara y precisa' se autoinculpó de haber introducido papeletas a favor de Almunia en las elecciones primarias del PSOE 'atribuyendo los votos a afiliados que no asistieron a votar'. No obstante, no encuentra otros responsables, ni entra la sentencia en si lo hizo acatando órdenes, tal y como él indicó atribuyendo toda la responsabilidad al secretario general del PSOE de Jaén, Gaspar Zarrías. Éste, según el ya ex militante, se habría comprometido a buscarle un puesto de trabajo a cambio de que introdujese papeletas a favor de Almunia, el candidato que se defendía en ese momento desde la dirección provincial socialista.
Zarrías siempre ha negado que hubiese hablado en esos términos con este militante o con cualquier otro y aseguró, cuando salió a la luz este caso, que podía mirar 'tranquilamente a los ojos' de cualquier persona.
'Reconocida la autoría, procede estimar la concurrencia de causa justa para la privación del derecho de asociación por falta grave, sin que proceda declarar que se haya vulnerado algún derecho fundamental', dice el fallo. Acorde con este hecho, la juez procede a desestimar 'íntegramente' la demanda de Aguilar contra el que fue su partido.
El escándalo del 'pucherazo', que el PSOE reconoció como existente, pero del que culpó a Aguilar y a la presidenta de la mesa por consentir el fraude, dañó la imagen del PSOE de Jaén en general y la de Zarrías en particular, quien aseguró que una persona del PP estaba detrás de que el caso se hiciese público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001