La Generalitat no es precisamente un modelo en materia de seguridad y salud en el trabajo. Los cien mil empleados del primer patrón de la Comunidad Valenciana carecen del más elemental servicio de prevención de posibles riesgos derivados de su actividad profesional.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales vigente desde 1996 exige a todas las empresas de cierto tamaño constituir sus propios servicios de prevención que deben formar a los trabajadores, prestar los primeros auxilios o vigilar periodicamente su estado de salud. El Consell ha pactado en dos ocasiones, en 1997 y a finales de 2000, los reglamentos para constituir sus servicios de prevención. Pero nunca los ha desarrollado.
CCOO anunció ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo, que depende del Estado, ante la falta de voluntad política del Consell para constituir sus propios servicios de prevención de riesgos laborales. Ni el personal necesario para dotarlos ni su coste de funcionamiento justifican la actitud negligente del Consell, que debería predicar con el ejemplo, como subrayó Consuelo Jarabo, representante de los empleados de Justicia y Administracion Pública.
'Nadie piensa que uno pueda sufrir un accidente mientra ejerce como docente en un aula', ilustró Luis García Trapiello, representante de la federación de Educación, 'pero el año pasado contabilizamos 528 accidentes laborales, de los cuales 98 se produjeron mientras maestros rurales se desplazaban de un pueblo a otro'.
Jesús Romero, de Sanidad, recordó la denuncia penal contra el director del Hospital de La Vila Joiosa, a raíz de tres intoxicaciones consecutivas de los trabajadores de las cocinas del centro sanitario.
Pero los tres admitieron que denuncia ante la inspección es meramente testimonial porque no lleva aparejada sanción económica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001