La caótica situación económica que atraviesa Argentina infunde cada vez más miedo en los mercados. El índice de riesgo país, que mide el temor que suscita a los inversores poner su dinero en Argentina, se disparó ayer por encima de la barrera de los 3.000 puntos (casi un 31% de sobretasa sobre lo que se exige por invertir en EE UU). Una ola de pánico llevó a los inversores a deshacerse de sus bonos.
En lo que va de mes, el indicador riesgo país acumula una subida del 39%, lo que indica que la desconfianza de los inversores en el proyecto económico del Gobierno de Fernando de la Rúa crece rápidamente. Con el valor actual, la tasa argentina de riesgo país se convierte en la más alta de los Estados desarrollados.
También la Bolsa vivió una jornada marcada por los números rojos. Las turbulencias con que arrancó la sesión en el mercado de Buenos Aires se tradujeron en unas pérdidas del 6,08% en el índice Merval, al cierre. El desplome bursátil argentino arrastró a los valores en Madrid de las empresas españolas con mayor presencia en el país suramericano. Telefónica pérdió un 2,9%, mientras que los bancos SCH y BBVA se dejaron un 2,67% y 1,95%, respectivamente.
Y es que las declaraciones de los responsables políticos del país, unidas a las continuas advertencias de las agencias internacionales de calificación de riesgo, cuestionan cada vez más que la crisis argentina vaya a remitir pronto. Ayer fue el vicepresidente del país el encargado de suscitar las dudas. Mario Losada reconoció que su país se enfrenta a dificultades para alcanzar la meta del déficit cero. "Las dificultades para alcanzar el déficit cero obedecen a las propias dificultades que tenemos para promover un crecimiento económico", dijo Losada.
Apoyo al déficit cero
El objetivo de déficit cero ha sido una de las principales banderas que ha enarbolado De la Rúa para ganarse el apoyo de países como EE UU e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como Argentina declaró "agotadas" todas sus posibilidades de crédito, el Ejecutivo se comprometió a no gastar más de lo que ingresara el Tesoro Público para sanear las cuentas.
Con respecto al canje de la deuda, que comenzó a realizarse el lunes, Losada aseguró: "Estamos en plena negociación y es un momento muy delicado". El plan de reprogramación de la deuda pública, calculada en 132.000 millones de dólares (24,8 billones de pesetas, 149.147 millones de euros) pretende sacar al país de la asfixia financiera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2001