El párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Cabeza de Motril (Granada) suspendió ayer una misa funeral, a los pocos minutos de iniciarse, tras ser advertido de que los restos mortales que se encontraban en el templo no eran los del difunto al que se honraba en la ceremonia religiosa. El delegado de la Consejería de Salud en Granada, Francisco Cano, reconoció el 'error' registrado en un hospital de la capital en el que se confundieron de difunto, pidió disculpas a la familia y anunció una investigación para determinar las posibles responsabilidades en el suceso. Cano informó de que el cadáver, por error, fue conducido hasta Motril, cuando su destino era Almería.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de noviembre de 2001