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ARTE

El arte de la mujer se exhibe en el festival sevillano de Mediarama

Sevilla exhibe la instalación 'Smell.Bytes', de Jenny Marketou, basada en un programa que captura los rostros de los visitantes y los convierte en olores.

Ciberfeministas, artistas, empresarias y también programadoras y expertas en aplicaciones de realidad virtual y 3 D exhiben su obra en el festival sevillano Mediarama, que se abre hoy. Este festival representa una nueva cita con la tecnología aplicada al arte.

Instalaciones interactivas, proyecciones, conferencias y un área dedicada a las empresas andaluzas vinculadas con la creación digital, componen la primera edición del festival, titulada El siglo femenino/Nuevas polaridades, que estará abierto hasta el domingo en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

El programa, concebido y realizado por dos hombres, Pedro Pinzolas y Alejandro Sacristán, incluye nombres especialmente representativos del desarrollo del arte digital realizado por mujeres y del ciberfeminismo militante, como Cornelia Sollfrank, fundadora de Old Boys Network, Marina Grzinic y Shu Lea Cheang, que presentan sus trabajos en el ciclo de conferencias.

La cama interactiva

En la exposición se presenta la instalación de Katiuskha Borges, Lovers like you, donde las parejas de visitantes pueden realizar diferentes experiencias sensoriales, con la ayuda de varios recursos tecnológicos, como una cama interactiva completa de sensores y aromaterapia.

También está Smell.Bytes, una célebre instalación de Jenny Marketou basada en un programa que captura los rostros de los visitantes y los convierte en olores, que recientemente ha desembocado en TAYSTES.net, un nuevo proyecto de arte electrónico de multiusuario y sin propietarios.

El colectivo Arte Final presenta una aplicación que sirve para construir un cuerpo femenino con las fotos de las mujeres que visitarán Mediarama.

Las obras de net.art de Francesca da Rimini, Lynn Hershman y Maite Cajaraville, entre otras, se presentan en pantallas de plasma, pero off line, lo cual anula muchas de las prerrogativas que tienen por estar en Internet.

La web resulta escasa para un proyecto de esta envergadura. Se echa de menos algún evento en directo o algún otro aliciente para quien no puede ir a Sevilla y, al menos, más información sobre los artistas y los enlaces activos a sus obras. Mediarama ha contado con un presupuesto de 40 millones de pesetas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de noviembre de 2001