La primera semana de octubre se programaron 1.300 vuelos extras en China. Era fiesta. Y allí viven 1.300 millones de personas. A Pedro Nueno se le llena la boca de cifras cuando habla de China, un país al que viaja prácticamente cada mes para atender los asuntos de la escuela de negocios de Shanghai CEIBS (China Europe International Business School), uno de los cinco mejores centros educativos de negocios de Asia, impulsado por profesores de la escuela española IESE, como el mismo Nueno o Alfredo Pastor.
Nueno reconoce que 'la entrada de China en la Organización Mundial de Comercio es comparable a la entrada de España en la Unión Europea. Es una aspiración de los chinos por lo que representa: ser ciudadanos del mundo como cualquier otro país desarrollado. Es una economía potentísima y se hará un espacio en la economía mundial cada vez más grande. Puede que alguien encuentre competidores que antes no estaban. No sólo en el caso de las zapatillas deportivas o las camisetas, sino también en productos tecnológicos'.
Asimismo, subraya el potencial tecnológico del país asiático y cómo ha penetrado Internet. 'Hay más de 20 millones de suscriptores de Internet, pero probablemente el número de internautas sea muy superior. En Estados Unidos es más fácil que un suscriptor corresponda a un usuario, pero en China, un país emergente como puede ser la India, es probable que haya varios o incluso un colegio con una sola suscripción'. Este profesor afirma que 'al igual que en Europa, hubo un boom de Internet. Y, también, al igual que en Europa, en China se copiaron modelos norteamericanos, pero no fue un desastre tan grande porque no hay tanta abundancia de fondos. Los chinos hicieron las cosas con el cinturón más apretado. Es más, hay unas ganas enormes de saber y un respeto por la educación. Muchas veces los padres hacen un esfuerzo para que su hijo tenga un ordenador, aunque eso signifique compartir el váter con el vecino de al lado'.
A Nueno no le cuesta imaginarse el futuro en China: 'La fuerte penetración de los móviles hará que en muchas zonas no llegue a haber infraestructuras de fijos. Creo que en China habrá mucho wireless. Me imagino que el Internet rápido y portátil llegará antes allí que aquí'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de noviembre de 2001