Izquierda Socialista (IS), 20 años después de su constitución como corriente crítica del PSOE, se marca el objetivo de aglutinar a todos los referentes de izquierda del partido y vigilar las políticas, internas y externas, de la nueva Ejecutiva Federal del PSOE. La diferencia con etapas anteriores estriba en que su relación con la dirección que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero, es de "corrección democrática".
Como muestra de esta corrección resalta la presencia del líder del PSOE el próximo sábado en la inauguración de unas jornadas conmemorativas del vigésimo aniversario de la corriente que clausurará el secretario de organización, José Blanco, y el secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Rafael Simancas. El "alma máter" de la corriente, Luis Gómez Llorente, hoy apartado de la vida política, estará en las jornadas, así como el anterior portavoz, Antonio García Santesmases, y algunos de sus antiguos miembros como Carlos López Riaño.
Dirigentes del ala izquierda de partidos socialistas europeos también asistirán junto a políticos del PSOE que en la larga trayectoria de la corriente han tenido momentos de unión y de discrepancia con la corriente. Entre ellos: José Borrell, Francisco Fernández Marugán, Matilde Fernández, Cristina Narbona, Fernando Morán, Santiago Carrillo, Ignacio Sotelo y Francisco Bustelo.
"La corrección democrática" que preside las relaciones entre IS y la Ejecutiva Federal se demostró ayer con el hecho insólito de que tres de sus representantes celebraron una conferencia de prensa en la sede federal del PSOE, en la calle Ferraz. Las jornadas que han organizado también se desarrollarán en esta sede.
El portavoz de la corriente, Juan Antonio Barrio de Penagos, y sus dos compañeros Manuel de la Rocha y Vicens Garcés no callaron, no obstante, ni una sola de las reservas que mantienen respecto a algunas de sus políticas. En primer lugar piden propuestas alternativas al PP en todas las materias y el rechazo a cualquier otro pacto.
La postura "acrítica" del PSOE sobre la guerra en Afganistán también les separa, al igual que algunas cuestiones de orden interno. Se muestran expectantes, por ejemplo, ante la actuación de la ejecutiva en cuestiones internas como las primarias, la neutralidad de la dirección federal y de las regionales ante los posibles candidatos y la pluralidad en las listas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de noviembre de 2001