La adjudicación a Telefónica del contrato para conectar con banda ancha los hospitales y centros de asistencia primaria dependientes de la Generalitat ha provocado la reacción inmediata de la empresa perdedora. Retevisión (perteneciente al grupo Auna) estudia ya impugnar el concurso y avanza que su disposición a invertir 13.000 millones de pesetas en Cataluña en un año se ha esfumado. Sólo desplegará red 'en las zonas más rentables'.
'Desde luego, ahora no se nos puede pedir que sigamos adelante con nuestro agresivo plan de inversiones en Cataluña', declaró ayer a este diario Josep Canós, consejero director general de Retevisión, la pata de telefonía fija de Auna, el segundo operador de telecomunicaciones de España, tras Telefónica. Las inversiones se limitarán a los núcleos urbanos más poblados y con una mayor rentabilidad, sobre todo en la franja situada alrededor de Barcelona.
La empresa fue el único rival de Telefónica en uno de los dos concursos adjudicados hace dos días por la Generalitat por un valor de 12.000 millones de pesetas, y dice no estar sorprendida por la elección de Telefónica después que se hiciera pública la oferta económica de ésta, a mitad de precio. 'Creemos que esto es dumping y que es también la respuesta de Telefónica al haber perdido otros concursos en Andalucía y Extremadura', señaló Canós.
La empresa, que desde 1998 acumula una inversión en Cataluña de 90.000 millones de pesetas (54.000 de ellos en nueva red), ha enviado sendos escritos a la mesa de contratación del concurso y a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones para que se diga si los precios de Telefónica son inferiores a los autorizados.
Al margen de ello, Retevisión se ha puesto ya a estudiar la impugnación del concurso de la red sanitaria. 'Lo ocurrido con la oferta económica de Telefónica puede repetirse en otras comunidades y no habrá competencia'. El operador piensa presentarse a otros concursos en otras comunidades, lo que sugiere un desvío de inversiones fuera de Cataluña.
La Generalitat no ha escondido nunca su desazón por la supuesta pérdida de catalanidad de Retevisión derivada de la constitución del grupo Auna, su propietario, con accionistas como Endesa, Unión Fenosa, Telecom Italia y SCH. La empresa mantiene en Barcelona la sede, el grueso de la dirección y el 42% de los empleados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2001