El Departamento de Bienestar Social ha abierto un expediente sancionador contra el geriátrico Santa Marta, situado en el centro de Calella (Maresme), tras las denuncias presentadas por ex trabajadores, empleados actuales y familiares. Bienestar Social afirma que el centro ya ha sido sometido a varias inspecciones. Las denuncias se refieren al trato que reciben los 38 ancianos del geriátrico, y en ellas constan irregularidades como ofrecer a los abuelos comida en mal estado, desatención médica y limpieza insuficiente.
El centro, de carácter privado, cambió de manos el pasado mes de junio, cuando se traspasó el negocio. La actual directora, Lídia Ferré, enfermera de profesión, negó ayer rotundamente las acusaciones argumentando: 'Los abuelos están muy contentos y sus familiares han sido informados mediante reuniones para tranquilizarles'. La directora sostiene que los ancianos reciben un trato excelente y es falso que se les proporcione comida en mal estado. 'Desde que soy directora, ninguno de ellos ha padecido diarrea o intoxicación alimentaria como se ha dicho', afirma. 'Cuando llegué los pies se me quedaron pegados al suelo y, si bien es cierto que las primeras inspecciones que nos hicieron, que se realizan sin avisar y llegan a durar hasta cinco horas, tuvieron resultados negativos, las últimas han sido favorables'.
Ferré considera que la denuncia es fruto del 'resentimiento de algunos trabajadores' y ha anunciado acciones judiciales contra algunos de ellos. La directora explicó ayer que cuando se hizo cargo del centro decidió quedarse con aquellos que le merecían más confianza y prescindir de otros que 'habían cometido faltas muy graves'. Entre ellos se incluiría una ex cocinera del centro que ha presentado denuncia.
Actualmente, el centro Santa Marta está atendido por 23 personas. 'Tenemos muy buenos trabajadores que están muy afectados por las denuncias, como las auxiliares que llegan a trabajar hasta 12 horas al día dando cariño y atendiendo a los ancianos y que se merecerían el cielo', concluyó Ferré.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2001