El español Manuel Leguineche los llamó 'la tribu' y el francés Paul Marchand los bautizó como 'los hermanos'. Son los corresponsales de guerra, esos periodistas que necesitan acercarse mucho al horror, como decía Robert Capa, para dejar testimonio de los conflictos. Con el título de Los ojos de la guerra (Plaza y Janés), 70 corresponsales de guerra han escrito un libro colectivo que recuerda a Miguel Gil, periodista español muerto en Sierra Leona en mayo de 2000, y que analiza la labor de estos profesionales.
Como el pasado lunes la muerte de Julio Fuentes en Afganistán, el asesinato de Miguel Gil, cámara y productor de APTV, conmocionó a la profesión periodística.
MÁS INFORMACIÓN
- Llega a Madrid el cadáver del periodista español asesinado en Afganistán
- El cadáver de Fuentes deja Afganistán sin que haya pistas del crimen
- Cuatro periodistas, desaparecidos en Afganistán tras ser tiroteado su convoy
- Un periodista sueco muere tras ser atacado en la ciudad afgana de Taloqan
- Un total de 37 periodistas murieron en el ejercicio de su profesión en 2001
Cuando el duelo cedió el paso a la pérdida, un grupo de compañeros decidió escribir un libro colectivo, presentado ayer en Madrid, como homenaje a Miguel Gil y como reflexión de los periodistas que trabajan bajo el fuego. Bajo la coordinación de Manuel Leguineche, un veterano de muchas batallas; y del fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez, Los ojos de la guerra repasa la trayectoria de Miguel Gil y de Kurt Schork, un corresponsal de Reuters asesinado también en Sierra Leona.
Pero este ensayo coral analiza asimismo las principales guerras que cubrieron los citados periodistas, desde Bosnia a Chechenia pasando por África; recuerda a los informadores españoles muertos en zonas calientes (Juantxu Rodríguez, Jordi Pujol Puente y Luis Valtueña), evoca conflictos ya olvidados como Vietnam o América Latina y reflexiona sobre la guerra y el periodismo.
'El libro apuesta', comenta Gervasio Sánchez, 'por un periodismo de verdad, crítico y autocrítico, que denuncie las injusticias y las miserias y que no se pliegue a los intereses de los poderosos. Nosotros ejercemos como periodistas y no como políticos'. Los 70 corresponsales han aportado sus trabajos de forma desinteresada y los derechos de autor se dedicarán a la creación de un premio periodístico que llevará el nombre de Miguel Gil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2001