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CARTAS AL DIRECTOR

Grave centro de gravedad

Cada año se repiten los dramáticos accidentes por 'elevación' y vuelco de autobuses, con cientos de víctimas. Como experto en equipos de transporte, no llego a comprender por qué se siguen construyendo estas voluminosas 'vitrinas rodantes' con tan alto centro de gravedad.

Es como si a un barco le ponemos el lastre en la cubierta en vez de en las bodegas. En estas condiciones, a una velocidad media-alta y con curvas o dificultades, el vehículo pierde vínculo con la carretera y se hace totalmente ingobernable. Teníamos el buen ejemplo de los históricos autobuses Greyhound de EE UU, con millones y millones de kilómetros con un bajísimo índice de accidentes gracias a su diseño equilibrado y su bajo punto de gravedad.

Pero, hace ya más de tres décadas, los holandeses nos impusieron la moda de estas bonitas cajas mortuorias. Por más prohibiciones, por más leyes que se apliquen para solucionar este problema, de nada servirán si no se aplican las más elementales leyes de física en el diseño de estos vehículos.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2001